
Yo te dije hace tres años:
-"No puedes ser más hermosa".
Hoy comprendo mis engaños.
Rosa que hoy vence a una rosa
que otra rosa ayer vencía ...
Virgen de mis desengaños,
¡más bonita cada día!
Desde que Dios te pensara,
antes de soles y estrellas,
instante a instante, más bellas
son las rosas de tu cara.
Desde que anunció Gabriel
que estabas llena de gracia,
crece y crece, y no se sacia
el rubor de tu clavel.
Y desde entonces, María
estás -a tu norma fiel-,
¡más bonita cada día!
De "Cómo llora Sevilla ..."; Ramón Cué, S.J.
No hay comentarios:
Publicar un comentario